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El 14 de diciembre de 2018, en San Petersburgo, en el callejón de Kuznechny, número 14A, se inauguró una nueva tienda bajo franquicia La Casa del Habano.
Con esta nueva tienda La Casa del Habano se llega a más de 140 boutiques premium de la red global, convirtiéndose en la segunda tienda en la llamada “Capital del Norte” y en la tercera de Rusia. Nuestro franquiciado resultó esta vez el señor Dimitir Sovolev, gran amante y admirador de Cuba, su cultura y sus Habanos .
El evento reunió a más de 60 invitados, entre ellos: el Embajador de la República de Cuba ante la Federación de Rusia, el Excmo. Sr. Gerardo Peñalver Portal y la señora Odalis Seijó García, Consejera de Asunto Comerciales de Cuba, así como los directivos de Top Cigars Corporation –distribuidor exclusivo de Habanos, S.A. para el mercado doméstico ruso-, Mikhail Smirnov y Alejandra Romero. La velada también reunió a representantes de tiendas de Habanos y clubes no solo de San Petersburgo, sino también de otras ciudades de Rusia.
En honor a la inauguración, la Casa del Habano ofreció a los invitados los magníficos Habanos de la marca – Romeo y Julieta, en su vitola Petit Royales (47 cepo x 95 mm de longitud).
En esta festiva ocasión, al ritmo de nuestra música tradicional en vivo, los invitados disfrutaron de la gastronomía y la coctelería cubana, además del placer de disfrutar, en un ambiente muy especial, de Habanos confeccionados por el mejor tabaco del mundo.
Publicado en Habanos Etiquetas: la casa del habano
El Laguito es el nombre de una antigua mansión al oeste de La Habana donde se fabrican los habanos de la marca más prestigiosa del mundo.
Originalmente pertenecía a una familia acaudalada que la construyó en los años 20 del siglo XX. A partir de 1957, la mansión fue abandonado. Quedó vacía durante un tiempo y fue apodada “La Casa de los Misterios”.
La zona donde está situada esta construcción, está rodeada de residencias de embajadores y casas para alojar a visitantes ilustres que recibe el gobierno cubano.
Este palacete, a pesar de alojar una fábrica, está lleno de detalles de mármoles y maderas preciosas en su construcción.
Sus dos plantas y edificaciones colindantes están aprovechadas completamente para el proceso de fabricación de los puros.
Habanos, S.A. presentó su lanzamiento más exclusivo y lujoso con motivo del 50 Aniversario de la marca Cohiba. La edición especial Cohiba 50 Aniversario introduce por primera vez el cepo 60 (23,80 mm) en el vitolario de Habanos, con un formato único (cepo 60 x 178 mm), que ha sido diseñado especialmente para esta celebración tan especial de la marca.
Los 2.500 Habanos de esta edición han sido elaborados con el territorio de sabor más característico de la marca en sus cinco décadas de existencia, y presentan una fortaleza de media a fuerte. Todos han sido elaborados Totalmente a mano con Tripa Larga en la mítica fábrica El Laguito en La Habana, tras una selección de exquisitas hojas de capa, tripa y capote de las mejores vegas de Vuelta Abajo* (D.O.P.).
Siguiendo la tradición de Cohiba, las hojas utilizadas en la elaboración del Cohiba 50 Aniversario han sido meticulosamente seleccionadas de entre las mejores Vegas de Primera de los distritos tabacaleros de San Juan y Martínez y San Luis, en la zona de Vuelta Abajo.
Las hojas de seco y ligero de su ligada han experimentado, además, una fermentación adicional en barriles.
El humidor Cohiba 50 Aniversario está lleno de novedosos y cuidados detalles. Para los habanos que contiene se ha diseñado una preciosa anilla principal en color negro y oro, con el sello del 50 Aniversario, en la que se han reinterpretado de manera novedosa algunos elementos característicos de Cohiba, como la cuadrícula. Cada una de estas anillas, realizadas con exquisitas técnicas de impresión, está individualmente numerada.
Este habano presenta también una novedosa anilla de pie, en la que se plasma, con distintas técnicas de impresión en oro, el primer diseño comercial de la marca Cohiba, de inspiración colonial y con una tipografía decorativa que sería sustituida poco tiempo después por la tipografía que ha llegado hasta nuestros días.
Esta edición conmemorativa se presenta en un exclusivo humidor cabinet de lujoso diseño y tirada limitada a solo 50 unidades. El mueble está elaborado con distintas maderas preciosas, como el ébano de Macasar, el sicomoro y el cedro guarea cedrata. La innovadora marquetería exterior que decora sus puertas es fruto de un largo proceso de experimentación, en la que se han utilizado auténticas hojas de “ligero” de Vuelta Abajo*, cuidadosamente seleccionadas, recubiertas con pan de oro de 24 quilates. Este delicado trabajo, realizado por expertos artesanos parisinos, ofrece una visión nueva y cautivadora de la hoja del mejor tabaco del mundo.
La pieza es una obra de arte y un objeto único de coleccionista, y ha supuesto un auténtico reto en materia de innovación tanto desde el punto de vista de decoración artesanal como de diseño y desarrollo técnico.
El humidor también acoge en su interior una serie de accesorios concebidos para la ocasión, como un travel humidor para cinco habanos; una purera artesanal en piel; o un cenicero realizado con la misma técnica de marquetería del exterior, y rematado en fina obsidiana armenia, y otros muchos detalles que hacen de este humidor cabinet una auténtica pieza de lujo, memorable e irrepetible, para los más exclusivos aficionados a la marca.
El humidor ha sido realizado por la firma Elie Bleu, que vuelve a colaborar con Habanos, S.A. y con la marca Cohiba diez años después. Cada humidor estará numerado (del 01 al 50) y personalizado con el nombre del propietario, y cada comprador tendrá también un certificado de propiedad y autenticidad emitido por Habanos, S.A.
Además, siguiendo el perfil innovador de la marca Cohiba y de este proyecto, este cabinet cuenta con un dispositivo que permite a su propietario seguir las condiciones de temperatura y humedad del humidor directamente en su propio smartphone o tablet, gracias a una aplicación que estará conectada de manera remota con un sensor en el interior del humidor.
La aplicación será también un exclusivo canal de comunicación para conocer las novedades de la marca con motivo de su 50 Aniversario y permitirá también al propietario contar con una versión digital del certificado de propiedad y autenticidad del mismo.
Humidores Cohiba 50 Aniversario en subastas El humidor cabinet con el número 01 de toda la serie será subastado en la tradicional subasta de humidores con la que concluye la Noche de Gala del XVIII Festival del Habano. Los restantes 49 humidores serán subastados, a su vez, entre los distribuidores exclusivos de Habanos en todo el mundo, en una subasta que tendrá lugar en La Habana en el mes de junio y donde Cohiba 50 Aniversario tiene muchas posibilidades de alcanzar el precio más alto alcanzado jamás por un puro Premium.
LA HABANA, 19 de noviembre de 2018 /PRNewswire/ — Habanos, S.A., a través de su distribuidor oficial para Asia Pacífico, The Pacific Cigar Co, presentará en primicia mundial Bolívar Soberano, diez Habanos que se han elaborado “Totalmente a Mano con Tripa Larga“. Su ligada, compuesta por hojas de la zona de Vuelta Abajo, es especialmente apreciada por los fumadores más expertos.
La presentación de Bolívar Soberano tendrá lugar el 19 y 20 de noviembre en Hong Kong, en un evento donde los asistentes tendrán el privilegio de degustar este nuevo Habano, además de disfrutar de varias sorpresas.
Bolívar Soberano (cepo 54 x 140 mm de largo) se presentará en un estuche especial de 10 unidades. Con Soberano, se lanza por primera vez la vitola de galera “Duke”, totalmente inédita en el portafolio de esta marca. Se trata de un Habano de fortaleza fuerte, donde el aficionado puede disfrutar de la ligada equilibrada y aromática de la marca en un formato totalmente novedoso.
Las Ediciones Limitadas de Habanos son muy apreciadas y esperadas todos los años por los aficionados. Se caracterizan porque sus vitolas no se encuentran en la gama regular del portafolio de la marca y se distinguen por una cuidadosa selección de todas sus hojas -capa, tripa y capote-, las cuales han sido añejadas durante un período no menor a 2 años.
Todos los Habanos que conforman las Ediciones Limitadas se elaboran “Totalmente a Mano con Tripa Larga” y con hojas seleccionadas procedentes de la zona de Vuelta Abajo*, en la región de Pinar del Río, Cuba, en cantidades muy reducidas y por expertos torcedores cubanos, esmerados en satisfacer las expectativas de los más exigentes amantes del Habano.
La marca Bolívar se creó en 1902 y debe su nombre a Simón Bolívar, una de las grandes figuras del siglo XIX que ha pasado a la historia como libertador de gran parte de América del Sur del dominio español. Por ello, y en consonancia con el carácter de la figura histórica que le da nombre, este Habano se caracteriza por su fuerte sabor. Sin duda, Bolívar es una de las marcas con mayor fortaleza de todas las que conforman el universo de los Habanos.
The Pacific Cigar Company Limited (PCC) es el distribuir exclusivo para Habanos, S.A. en la región de Asia-Pacífico desde junio de 1992 y cuenta con 57 tiendas en toda la región de Asia y China segmentada en 32 tiendas en la región, 2 en China, 2 en Canadá y 21 tiendas en Asia junto a sus partners.
La presentación de San Cristóbal de la Habana Prado está programada para el 4 de octubre en Sofía (Bulgaria), en la legendaria e impresionante Presidencia Boyana. A lo largo de la noche, los aficionados al mejor tabaco del mundo podrán probar este nuevo, así como disfrutar de otras experiencias diseñadas para estimular sus sentidos: una selección de productos gourmet de varias marcas premium, un espectáculo emocionante, con música, baile, famosos, artistas, etc.
La nueva vitola debe su nombre al emblemático Paseo del Prado, la avenida que mejor conserva y cuenta la historia de la rica historia arquitectónica de
La vitola Prado extiende la cartera de San Cristóbal de la Habana, cuyas vitolas están hechas “Totalmente a Mano con Tripa Larga” – por expertos cubanos de cigarros con hojas de relleno y aglomerante de las mejores plantaciones de tabaco en Vuelta Abajo, Pinar del rio. Este Habano se distingue por el sabor suave a medio de su mezcla.
La marca San Cristóbal de la Habana se vendió por primera vez en 1999 con un rango de 4 vitolas, cuyos nombres corresponden a las fortalezas de la ciudad, construidas entre los siglos XVI y XIX por los españoles para defender la plaza principal de posibles ataques: El Morro, La Fuerza, La Punta y El Príncipe.
El producto lanzado está diseñado exclusivamente para tiendas especializadas en Habanos. Este pequeño detalle está inscripto en la elegante y brillante banda de este fabuloso Habano.
La Casa del Habano es una red internacional de tiendas franquiciadas que se especializan en la venta de Habanos y donde los fumadores más exigentes pueden disfrutar del universo que rodea a estos cigarros de renombre. Estas exclusivas boutiques de Habano se destacan por su excelente servicio personalizado, y asesoran a los consumidores de acuerdo con sus preferencias. Por otro lado, las tiendas Habanos Specialists son minoristas que reciben esta distinción de parte de los distribuidores de Habanos, SA en todos los diferentes mercados, contribuyendo a difundir la cultura del habano y la de sus famosas marcas.
Kaliman Caribe es el distribuidor exclusivo de Habanos para: Albania, Armenia, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Rumania, Serbia y Eslovenia. En esta región operan diez salones del Habano y dos salones Cohiba Atmosphere.
Publicado en Cuba, Habanos Etiquetas: habana, prado, san cristobal
Un nuevo lanzamiento de Habanos S.A. que está designado solo para las tiendas La Casa del Habano y Habanos Specialists hará su debut el 4 de octubre en un evento en Sofía, Bulgaria.
El San Cristóbal de la Habana Prado es una vitola de 5 x 50 petit pirámide que ha estado en el radar desde que se incluyó en una lista filtrada de nuevos lanzamientos que surgieron en noviembre pasado. Esa lista fue confirmada por un representante de Habanos S.A., con el cigarro oficialmente exhibido a fines de febrero. Viene empaquetado en cajas de 10 unidades, aunque los precios aún no han sido anunciados.
Es un tamaño que se ha utilizado para varios lanzamientos de Edición Regional, aunque es mejor conocido por aparecer como Partagás Serie P No.1, que se lanzó en 2010 en jarros de cerámica negra.
La marca San Cristóbal, como se le conoce a menudo, fue lanzada en 1999 con un claro guiño a la historia de La Habana, ya que las vitolas originales en la línea fueron nombradas por los fuertes que protegían la ciudad durante sus días como colonia española. Desde entonces se ha ampliado un poco, y el Prado lleva el nombre de Paseo del Prado, la famosa calle que atraviesa el centro de la ciudad hasta el mar Caribe y se considera la línea divisoria entre Habana Vieja o la parte antigua de la ciudad, y Centro Habana. Pasa frente al edificio del capitolio del país y el Parque Central, así como a numerosos hoteles, restaurantes y bares.
Si bien la historia de las tiendas La Casa del Habano es bastante conocida, la designación de Especialista en Habanos no está tan bien destacada. Los minoristas que se adhieren a los ideales de promoción de la cultura y el prestigio de los productos Habanos pueden tener la designación otorgada a ellos, aunque no tienen que cumplir con ciertos requisitos, como llevar exclusivamente cigarros cubanos, algo que se requiere para los LCDH. Si bien hay alrededor de 150 tiendas La Casa del Habano en todo el mundo, hay estimaciones de más de 900 Especialistas en Habanos.
El San Cristóbal de la Habana Prado se convierte en el quinto cigarro lanzado como cigarro para Especialistas en Habanos, uniéndose al San Cristóbal Torreón en 2012, el H. Upmann Connoisseur A en 2013, el Punch Punch 48 de 2016 y el H. Upmann Connossieur B, lanzado en 2017.
El evento de lanzamiento es organizado por Kaliman Caribe, el distribuidor exclusivo de los productos Habanos SA en Bulgaria, así como en Albania, Armenia, la ex República Yugoslava de Macedonia (ARYM), la República de Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia y Rumania.
A pesar del anuncio de un lanzamiento oficial, no hay un calendario para cuándo aparecerá el cigarro en otras partes del mundo, o incluso cuando aparezca un lanzamiento completo en Bulgaria, ya que los eventos de lanzamiento no siempre significan que el cigarro esté listo para hacer una aparición completa en el comercio minorista. Aún no se han devuelto los correos electrónicos a Kaliman Caribe y Habanos S.A. que buscan información adicional sobre el cigarro.
Publicado en Habanos Etiquetas: bulgaria, habanos, prado, san cristobal de la habana
Las historias peculiares de marcas paralelas, cigarros que comparten los mismos nombres pero que se fabrican en países distintos.
Parte de la curva de aprendizaje para los recién llegados al mundo de los puros es que incluso mientras memorizan diligentemente los nombres de los cigarros cubanos clásicos, cuando ven esas marcas exhibidas en un estante de una tienda en los Estados Unidos son animales bastante diferentes fabricados en una ubicación diferente.
Para casi todos los cigarros Montecristo cubanos, hay una contraparte que se hizo en la República Dominicana. Una especie de doppelganger. Por cada Partagás hecho en La Habana, hay un Partagás hecho en la próxima isla en Santiago. Y por cada caja de cigarros que fabrica Romeo y Julieta con tabaco cubano, hay una que hace Romeos con todo, desde envoltorios indonesios hasta rellenos nicaragüenses. Los cubanos se envían a todo el mundo, a excepción de los Estados Unidos, donde se venden los no cubanos. Estas marcas paralelas existen debido al embargo comercial de 1962 que prohíbe los cigarros cubanos en los Estados Unidos y, en su mayor parte, porque los propietarios de marcas que habían visto a sus empresas nacionalizadas por la Revolución Cubana sentían que deberían tener derecho a sus marcas comerciales.
Cuando Fidel Castro nacionalizó la industria de los cigarros en 1961, los propietarios de las principales marcas de cigarros huyeron de Cuba y comenzaron en otros lugares. Más de una década después, una decisión legal histórica (Menéndez vs. Faber, Coe y Gregg) otorgó a los propietarios cubanos originales el derecho de vender versiones no cubanas de las marcas que habían perdido en los Estados Unidos. Pero había dos estipulaciones importantes. Primero, los cigarros ya no podían usar el tabaco cubano debido al embargo. En segundo lugar, las marcas paralelas solo pueden venderse en los Estados Unidos.
La mayoría de las marcas comerciales populares de cigarros de los Estados Unidos hoy están en manos de las principales corporaciones. Fueron adquiridos a través de una serie de negociaciones, adquisiciones y fusiones. En todo caso, la historia de las marcas paralelas es un estudio interesante de la ley de marcas y cómo se aplica a los países bajo un embargo comercial, y cada marca paralela sí tiene una historia. Estas son las historias de las principales marcas cubanas cuyos nombres de marca con el tiempo renacerían como marcas espejo en los Estados Unidos.
El hecho de que Montecristo sea uno de los principales nombres en cigarros, incluso los no fumadores conocen el nombre, se remonta a la experiencia de Alonso Menendez. Un español con conocimiento del tabaco, se hizo famoso cuando compró la fábrica cubana de Particulares en la década de 1930. En 1935, creó Montecristo y un logotipo inolvidable: seis estoques formando un triángulo y una flor de lis en el centro (un motivo que todavía se usa hoy en día). Al año siguiente, Menéndez eligió a un compañero, José Manuel “Pepe” García, y formó Menéndez, García y Cía. Las ventas de alto volumen de los cigarros Montecristo le permitieron a la compañía adquirir la fábrica H. Upmann (así como también la marca con problemas). En solo 20 años, Montecristo fue una marca reconocida internacionalmente.
Obligado a darle la vuelta al régimen de Castro después de la Revolución, Menéndez y García se interesaron en crear y vender versiones no cubanas de Montecristo. Comenzaron con Montecruz, un spin-off de la marca Montecristo fabricado en las Islas Canarias. Su compañía recién formada se llamaba Compañia Insular Tabacalera S.A. (CIT). Montecruz no contenía tabaco cubano, pero se parecía a Montecristo tanto en precio como en embalaje. En cierto sentido, Menéndez y García se copiaron a sí mismos en casi todos los sentidos, salvo decir “Montecristo” en la caja. Sin embargo, en marzo de 1972, Menéndez luchó en los tribunales estadounidenses por los derechos estadounidenses al nombre Montecristo, y se enfrentó a Faber, Coe y Gregg, los mayores importadores de cigarros cubanos en Estados Unidos, en Menendez vs. Faber, Coe y Gregg Inc. Menendez ganó. El caso no solo le otorgó a Menéndez y García los derechos de marca para vender cigarros bajo el nombre de Montecristo en los Estados Unidos, sino que sentó un precedente legal para los expatriados cubanos a los que el régimen de Castro había confiscado sus marcas.
El mismo año, Consolidated Cigar Corp. (en ese momento propiedad de Gulf + Western) decidió que quería entrar. La gran corporación compró una participación mayoritaria en CIT. Para proteger mejor las marcas registradas, Consolidated y García crearon una empresa en las Antillas Holandesas llamada Cuban Cigar Brands N.V. En 1975, la marca estaba asegurada, pero pasarían algunos años antes de que los primeros Montecristos no cubanos llegaran a los Estados Unidos. Fueron hechos en las Islas Canarias, luego en la República Dominicana.
En el año 2000, una serie de fusiones dejó Consolidated Cigar en manos de Altadis U.S.A. Hoy, Altadis destina grandes recursos para desarrollar y promocionar su marca insignia Montecristo en los Estados Unidos. Ahora existen una docena de versiones del Montecristo no cubano. Algunas versiones se hacen en Nicaragua, pero la mayoría se producen en la República Dominicana.
La creación y la trayectoria de H. Upmann es muy similar a la de Montecristo, ya que finalmente los cigarros eran torcidos en la misma fábrica y propiedad de la misma compañía antes de la Revolución.
H. Upmann fue creado en 1844 por el banquero y financiero Hermann Upmann. La historia cuenta que Upmann hizo los cigarros para los clientes preferidos en lo que se pretendía que fuera un proyecto paralelo en lugar de un negocio importante. Sin embargo, para el cambio de siglo, los cigarros H. Upmann se volvieron enormemente populares, se fabricaban en más de 200 tamaños diferentes y vendían unos 25 millones de cigarros por año, y las ventas estaban creciendo. Es decir, hasta 1922.
Mientras que Estados Unidos estaba experimentando su era de prosperidad y consumiendo una buena porción de cigarros H. Upmann, el banco de Upmann en Cuba se declaró insolvente. La marca y la fábrica terminaron bajo la propiedad de la compañía inglesa J. Frankau & Co. Ltd. antes de que la marca finalmente fuera rescatada por Menéndez, García y Cia., que estaba teniendo un tremendo éxito con su marca Montecristo. Compró H. Upmann y trasladó la producción de Montecristo de la fábrica original de Particulares a la expansiva fábrica de H. Upmann.
El éxito comercial de Montecristo permitió a Menéndez y García resucitar a H. Upmann y restablecerlo como una de las marcas más preeminentes de Cuba antes de que se convirtiera en propiedad del gobierno cubano.
Con posterioridad a la nacionalización cubana de la industria del cigarro, Menendez y García registraron con éxito la marca registrada de H. Upmann, junto con Montecristo, para la distribución de los EE. UU. Los H. Upmann se fabricaban en las Islas Canarias antes de vender los derechos de Consolidated Cigar, que comenzó a vender H. Upmann no cubanos en los EE. UU. En 1975. Consolidated finalmente se convirtió en parte de Altadis USA, que ahora fabrica cigarros H. Upmann en ambos Honduras y la República Dominicana.
Fundada en Cuba en 1875 por Inocencio Alvarez y José “Manin” García, la marca Romeo y Julieta no prosperaría hasta que fuera asumida por Rodríguez, Argüelles y Cia. Uno de los principales, José Rodríguez Fernández, fue impulsado especialmente a expandir la marca. Conocido como Don Pepin, la promovió agresivamente a nivel internacional. En 1910, la fábrica producía más de 20 millones de cigarros al año, la mayoría de los cuales iban a los Estados Unidos e Inglaterra.
Don Pepin nunca vio la Revolución de Castro ni la nacionalización de sus marcas. Su hijo, por otro lado, experimentó la peor parte de la toma de control de Castro. Despojado de su marca y compañía, Rodríguez huyó a los Estados Unidos donde conoció a Wally Frank, dueño del distribuidor de cigarros Hollco Rohr Inc.
“El Sr. Frank conservaba la marca registrada Romeo en los Estados Unidos para el Sr. Rodríguez haciendo algunos RyJ en nuestra fábrica de fabricación de máquinas de Kingston, Nueva York y vendiéndolos en el comercio interestatal “, dice Brad Weinfeld, vicepresidente de Hollco Rohr en la década de 1970. Cada año, Frank ofrecía comprar la marca registrada de Romeo, pero, como muchos de los exiliados cubanos, Rodríguez creía que Cuba volvería a abrir pronto, por lo que todos los años declinaba.
“Cuando Rodríguez falleció en 1976, el Sr. Frank viajó a España para reunirse con su viuda y comprar las cinco marcas comerciales. Romeo y Julieta, San Luis Rey, Juan López, Gispert y Quintero “, dice Weinfeld.
En 1978, Manuel “Manolo” Quesada comenzó a fabricar el primer Romeo y Julieta no cubano hecho a mano en su fábrica MATASA en la República Dominicana (algunos fueron fabricados previamente con máquina para el comercio interestatal para mantener viva la marca estadounidense). La mezcla era típica de la envoltura de Camerún en el tiempo con relleno dominicano. Quesada produjo Romeos en pequeñas cantidades hasta que Hollco Rohr fue adquirido por el gigante tabacalero Tabacalera S.A., en 1997. Dos años más tarde, Tabacalera se fusionó con SEITA para formar la mega-cigarrera Altadis. La producción de Romeo y Julieta fue quitada de MATASA y trasladada a Tabacalera de García, la fábrica de puros masiva de Altadis en La Romana, República Dominicana. Ahora viene en una miríada de variedades (hechas tanto en Nicaragua como en la República Dominicana) y hoy es la marca premium más vendida para Altadis.
Hoyo de Monterrey fue nombrado después de un hoyo, un hoyo muy especial. El Hoyo de Monterrey -o la Cuenca de Monterrey, si quiere una traducción más romántica- se refiere a una fértil plantación comprada por el productor de tabaco José Gener en 1860. Situada a orillas de un río en la región de Vuelta Abajo de Cuba, periódicamente se inundaba y recolectaba arena y materia vegetal, que conformaban un suelo fino y sedoso y tabaco notable. En 1865, Gener registró la marca Hoyo de Monterrey. Se dice que los cigarros de la marca contienen tabaco de ese lote mágico.
Gener murió en 1900 y el negocio fue asumido por su hija. En 1931, vendió las marcas Hoyo y La Escepción a Fernández, Palicio y Cia., Una sociedad entre Ramón Fernández y Fernando Palicio. (No está claro si compraron la finca Hoyo de Monterrey o si tuvieron acceso a su tabaco).
Después de la Revolución, Palicio se encontró en Tampa, Florida, donde vendió la marca Hoyo a Daniel Blumenthal, presidente de Villazon & Co. En 1965, Frank Llaneza producía Hoyos en Honduras en la fábrica de Villazón.
“Hasta ese momento, [Palicio] no había querido vender Hoyo de Monterrey porque todos los días pensaba que regresarían a Cuba mañana”, dijo Blumenthal en una entrevista con Cigar Aficionado antes de su muerte. “Pero él me llamó y bajé a verlo a Hialeah, donde hicimos un trato con Hoyo y Punch“.
Palicio vendió sus marcas por casi $ 700,000. Los primeros lotes de Hoyos hechos en Honduras se mezclaron con tabaco cubano. Villazón había amasado una gran cantidad de hojas cubanas antes del embargo y las mezcló con la marca Hoyo hasta la década de 1970, cuando las existencias cubanas finalmente se agotaron. No podía publicitar legalmente el origen del tabaco en las cajas ni en ningún otro lado, pero la mezcla hablaba por sí misma y la marca despegó casi de inmediato.
En 1997, General Cigar Co. compró Villazón por $ 81.4 millones y con ella, la marca Hoyo de Monterrey. Hoy, la marca aún es propiedad de General y se ofrece en muchas variedades, la mayoría de las cuales se fabrican en Honduras.
Una vez que la joya de la corona del comercio de cigarros premium de La Habana se agotó, los cigarros Partagás fueron uno de los cigarrillos más buscados para salir de Cuba y tal vez el más apreciado. Partagás & Co. fue fundada en 1845 por Jaime Partagás, un español que una vez fue apodado como el “gran maestro del dulce de tabaco”.
Después de 50 años de operación, la compañía había acumulado más medallas de distinción de exposiciones en todo el mundo que cualquier otra marca de cigarros en ese momento. Lo que hizo única a la compañía fue su bloqueo en algunos de los suelos más valiosos de la región de Vuelta Abajo en Cuba. Partagás era dueño de las plantaciones -cerca de 30,000 acres- y pudo abastecer a su fábrica con una fuente casi ilimitada de hojas de primera calidad.
En la década de 1860, Jaime Partagás fue asesinado a tiros en uno de sus propios campos de tabaco. Treinta y dos años después, la familia vendió la fábrica al banquero José A. Bances, quien luego la vendió a Ramón Cifuentes y José Fernández de Cifuentes, Fernández & Co.
El 15 de septiembre de 1960, soldados cubanos irrumpieron en la fábrica bajo las órdenes de Fidel Castro. Cifuentes describió los eventos de ese día a Marvin R. Shanken, editor y editor de Cigar Aficionado, en una entrevista de 1991.
“Se hicieron cargo de la fábrica. Entraron y dijeron que estamos aquí para [hacerse cargo] de la compañía. Y no me permitieron sacar nada de allí “, dijo Cifuentes. La marca titánica de Partagás fue nacionalizada, junto con sus preciosas plantaciones. En un extraño giro, el gobierno le hizo una oferta a Cifuentes. Le pidieron que se quedara en Cuba y administrara todas las fábricas de Cuba. “Me pidieron que me quedara”, dijo en 1991. “Dije que no”. Salió de La Habana rumbo a Estados Unidos unos días después.
En lugar de trabajar para Castro, Cifuentes consiguió un trabajo para Edgar Cullman Sr., presidente de Culbro Corp., en ese momento la empresa matriz de General Cigar Co.. Durante 10 años, Cullman ofreció comprar la marca Partagás, pero Cifuentes cuidó al mismo sueño de muchos cubanos desplazados: que pronto regresaría a su patria, repatriado y listo para reanudar sus negocios.
Una vez que Cifuentes aceptó la realidad, cedió. En 1975, la familia Cifuentes llegó a un acuerdo con General y los Estados Unidos vieron sus primeros cigarros Partagas no cubanos en 1977.
“Escuché dos historias diferentes sobre el contrato”, dijo Benji Menéndez, quien hizo algunos Montecristo y H. Upmann para su padre, Alonso, en Cuba antes de expatriarse a los Estados Unidos. “Una versión dijo que Cifuentes obtuvo una cierta cantidad de dinero para la producción y también en la venta de cada cigarro como una regalía. La otra versión dijo que fue una compra directa. No estoy seguro de cuál fue la verdad, pero General lo posee ahora. “Resultó que ambos eran verdad. Inicialmente, no fue una compra directa y se pagó una regalía, pero después de un período de tiempo, General compró Cifuentes.
De cualquier manera, ¿quién mejor para hacer el nuevo cigarro Partagas que el propio Ramón Cifuentes? Primero se produjeron en Jamaica bajo la supervisión de Cifuentes y más tarde en la República Dominicana con Menéndez. Juntos ayudaron a ambientar a los EE. UU. Con un nuevo tipo de Partagás, uno fabricado en la República Dominicana con envoltorios de Camerún y rellenos dominicanos. (A diferencia de la versión cubana, la Partagas no cubana no tiene un acento en su marca.) Partagas sigue siendo una marca importante para General de hoy, y junto con el estilo original que lleva una envoltura de Camerún, hay muchas otras variedades más nuevas.
Los hechos detrás de la marca Punch son un poco nebulosos. Fue registrado en 1840 por alguien llamado Stockman y nombrado después de los tradicionales espectáculos de marionetas de Punch y Judy. La propiedad cambió varias veces antes de 1884 cuando Punch era propiedad de Manuel López Fernández. (El nombre de Manuel López apareció en las etiquetas de Punch durante bastante tiempo, incluso después de la revolución.) Después de que la bolsa de valores se estrelló en 1929, Punch fue adquirida por Fernández, Palicio y Cía., Fabricantes de Hoyo de Monterrey y La Escepción.
Con el tiempo, los cigarros Punch obtuvieron una gran base de clientes en Inglaterra en función del apetito del país por los cigarros cubanos y la apreciación cultural del personaje de marionetas Punch. Sucumbiendo a lo inevitable, Fernando Palicio huyó a los Estados Unidos después de la nacionalización masiva de Cuba, trayendo consigo los derechos de EE.UU. a la marca registrada Punch. A regañadientes vendió la marca Punch (junto con Hoyo de Monterrey, ver arriba) a Llaneza y Blumenthal de Villazón, quienes registraron la marca Punch en 1965.
Al igual que Hoyo de Monterrey, los Punch se fabricaron brevemente en Tampa antes de que la producción se trasladara a Honduras. Los cigarros fueron hechos originalmente con tabaco cubano y hondureño. La hoja cubana fue gradualmente eliminada en el transcurso de unos años, pero Punch ganó seguidores en Estados Unidos entre los fanáticos de cigarros más fuertes. En 1997, General Cigar adquirió Villazon, y con ella, la marca Punch. Actualmente, General fabrica la mayoría de sus cigarros Punch en Honduras.
Primero registrada en 1885, la marca La Gloria Cubana tuvo poco reconocimiento antes de 1905 cuando José F. Rocha & Co. lo compró. Rocha también era dueño de la marca Bolivar. En 1954, después de la muerte de José Rocha, su familia vendió La Gloria y Bolívar a la familia Cifuentes y la producción se trasladó a la fábrica de Partagás bajo la supervisión de Ramón Cifuentes. Su operación se detuvo el 15 de septiembre de 1960, cuando los soldados de Castro entraron en la fábrica y se apoderaron de la empresa, así como de sus bienes.
A la sombra de Partagás e incluso Bolívar, era la pequeña marca La Gloria Cubana. Según Ernesto Pérez-Carrillo, su padre compró los derechos de La Gloria en Cuba cuando era dueño de la fábrica El Credito (que compró en 1948), aunque nunca produjo cigarros de la marca La Gloria Cubana hasta que llegó a los Estados Unidos.
En la década de 1960, el padre de Pérez-Carrillo reabrió la fábrica de El Credito en Miami. Comenzó a producir La Glorias de forma muy limitada en 1974. “No fue sino hasta la década de 1980 cuando comencé a utilizar todo el arte cubano original para ayudar a comercializar los cigarros”, dice Pérez-Carrillo sobre la marca que su padre trajo a Estados Unidos. Los cigarros boutique hechos en Miami ganaron seguidores locales al principio, pero una alta calificación por su “onda” en Cigar Aficionado, le dio a La Gloria Cubana su impulso a la fama nacional. Para satisfacer la demanda, Pérez-Carrillo trasladó la producción a la República Dominicana en 1996. El crecimiento de la marca llamó la atención de General Cigar, que compró La Gloria en 1999. Hoy en día, los cigarros se hacen en la fábrica General Cigar Dominicana y tienen una gran lealtad en los seguidores de los Estados Unidos.
Fundado por José Fernández Rocha a principios del siglo XX, los Bolivar fueron producidos y vendidos bajo su compañía J.F. Rocha y Cia. Los comerciantes de tabaco británicos Walters & Co. financiaron la fábrica y también distribuyeron la marca en Inglaterra. Esto explica que Inglaterra y Europa sean su principal mercado. En 1920, Bolivar hizo incursiones en los Estados Unidos gracias al distribuidor A. J. Billin & Co., aunque no se sabe mucho acerca de esta empresa.
Un retrato del revolucionario Simón Bolivar apareció en la caja, pero las bandas eran mucho más discretas, mostrando una cresta dorada. Eso cambió después de la muerte de Rocha. En 1954, su familia vendió la marca a Cifuentes y Cia, conocida por su fuerte marca Partagás. No ajeno a la producción de cigarros potentes, Cifuentes produjo algunos bolívares con cuerpo en su fábrica de Partagás. Al mismo tiempo, las bandas se cambiaron de una cresta genérica para incluir el retrato de Bolívar.
Los Bolivar gozaban de una popularidad constante en los años previos a la Revolución. Cuando Ramón Cifuentes llegó a los EE. UU., trabajó para General Cigar y finalmente vendió la marca Bolívar a General, que la registró en 1983. A mediados de los 90, General estaba fabricando suficientes Bolivar para mantener viva la marca, pero no lo suficiente para producción comercial completa. Luego, a fines de los años 90, hizo un Bolívar en la República Dominicana, seguido de una versión más fuerte en Honduras. Para 2005, General creó una nueva marca central de Bolívar, combinada para ser poderosa y terrenal. A pesar de la rica historia de la marca, Bolívar se quedó rezagado en el mercado de EE. UU. En 2015, se anunció que Bolívar se plegaría en su subsidiaria, ahora difunta, llamada Foundry Tobacco Co. Bolívar se reestructuró, se volvió a empacar y se renovó. General todavía posee la marca registrada.
Ninguna marca de cigarros en el mundo tiene tanta fanfarria, controversia o misticismo como Cohiba. El habano fue creado en Cuba en 1966 por Fidel Castro, que gobernaba Cuba en ese momento. Diplomáticos y dignatarios con buenas intenciones de Castro recibieron uno, tal vez una caja completa, como un regalo. Cohiba venía en un tamaño, un lancero largo y delgado. Las fotos antiguas de Castro a menudo lo muestran pontificando con un cigarro largo y esbelto en la boca. Lo más probable es que fuera un Cohiba.
Después de que el puro se volviera mítico, Castro decidió compartir Cohiba con el resto del mundo. Salieron a la venta en 1982, en España, y las ventas pronto se expandieron a nivel mundial.
Mientras que la banda original de Cohiba era aburrida y marrón, rápidamente se transformó en una de las bandas de cigarros más reconocibles del mundo, con una marca inconfundible: amarillo y negro, una grilla de puntos blancos, letras en negrita, una cabeza de indio Taino. Con el tiempo, la etiqueta ha evolucionado y ahora está llena de relieves de oro y elementos holográficos destinados a frustrar a los falsificadores.
La historia detrás de la contraparte estadounidense fabricada por Cohiba difiere del resto de las marcas paralelas. A diferencia de la mayoría de las marcas populares cubanas, Cohiba fue creada después de la Revolución por el gobierno de Castro, por lo que nunca fue confiscada por nadie. Los expatriados descontentos pueden haber intentado reproducir sus propias etiquetas familiares para el mercado de EE. UU., pero dejaron a Cohiba solo. Cohiba no era representativo de su herencia tabacalera, era un símbolo del nuevo régimen. En los EE. UU. no pertenecía a nadie.
General Cigar presentó una solicitud ante la oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos en 1978 para la marca Cohiba. Se registró oficialmente en 1981 y General comenzó a vender Cohiba de fabricación dominicana en los EE. UU. en 1994. En 1997, General creó lo que se conoce como el “punto rojo” Cohiba, con un logotipo con un punto rojo en el agujero de “O”. “Una apariencia bastante diferente del cigarro de Cuba. General no le compró la marca a nadie y sintió que no era necesario. El gobierno cubano estaba indignado.
En respuesta, Cuba demandó por infracción de marcas en enero de 1997. El caso se conoce oficialmente como Empresa Cubana del Tabaco v. Culbro Corp., y Cohiba ha estado en litigio desde entonces. Durante 20 años, la demanda ha ido y venido en un tira y afloja legal con ganancias y pérdidas para ambas partes, sin mencionar los millones de dólares gastados en honorarios legales.
Actualmente, el caso está relacionado con la Junta de Apelaciones y Prueba de Marcas (TTAB), que todavía no la ha vuelto a escuchar. Cuba todavía busca detener la venta de Cohibas en los Estados Unidos y exige una restitución financiera. General afirma que el embargo impide al gobierno cubano cualquier derecho de marca en los Estados Unidos.
Mientras tanto, más de media docena de versiones de Cohiba son hechas por General Cigar para los Estados Unidos, y Cuba continúa presentando nuevas variedades, incluida una versión del 50 aniversario creada en 2016. El caso de Cohiba v. Cohiba sigue sin resolverse, sin que ninguna de las partes retroceda.
Al igual que Cohiba, los cigarros Trinidad no estaban disponibles comercialmente cuando se crearon en la década de 1960. Estaban reservados solo para ser usados como obsequios diplomáticos para los dignatarios visitantes. Las cajas de estos cigarros han ido por precios caros en una subasta.
Los primeros trusts comerciales se vendieron en 1997, y comenzaron como un solo tamaño llamado Trinidad Fundadores. A principios de la década de 2000, Cuba amplió la línea de Trinidad, agregando tres tamaños más. La marca era pequeña, pero la mística y el encanto eran innegables.
Y tampoco parecía tener ningún bagaje político. Cuba siempre mantuvo que Trinidad era una marca posrevolucionaria y, por lo tanto, no tenía lazos comerciales persistentes con el pasado ni ninguna posición legal para ser comercializada en los Estados Unidos. No todos estuvieron de acuerdo. Diego Trinidad Jr. ciertamente no lo hizo. Afirmó que su familia hizo negocios bajo el nombre de Trinidad mucho antes de que Castro llegara al poder.
Trinidad y Hermanos fue fundada por Diego Trinidad en 1905 como una compañía de tabaco. Diego Trinidad Jr. se hizo cargo de la empresa familiar en 1920, incorporándose en 1958 y retitulándola TTT Trinidad. El negocio fue confiscado unos años después.
Privados de derechos por la Revolución, la familia Trinidad se trasladó a los Estados Unidos e inició Trinidad Tobacco Trading Corp. Los Trinidad buscaban a alguien para producir sus cigarros y, en 1968, encontraron a alguien en Tampa, el Fuentes. La fábrica de Arturo Fuente hizo una línea de cigarros Trinidad para la familia Trinidad desde su fábrica de Tampa y lo hizo hasta fines de la década de 1970. La producción cesó después de que Fuentes se fuera de Tampa, pero en 1997, Fuente comenzó a hacer los Trinidad nuevamente, esta vez en la República Dominicana.
Los Trinidad no cubanos llegaron en dos tamaños, Corona y Robusto, y se hicieron con una envoltura de Camerún. El resto del tabaco era dominicano.
Una batalla legal se produjo cuando la familia Trinidad impugnó la propiedad del cubano de la marca registrada de los Estados Unidos. Según la Oficina de Patentes y Marcas, la marca estadounidense de “TTT Trinidad La Habana, Cuba”, emitida a Empresa Cubana en 1996, estaba basada en la misma marca cubana registrada en 1958 por Trinidad y Hermano y fue transferida al gobierno cubano después la Revolución. Esto le dio a la familia Trinidad un argumento legal y una oportunidad de luchar.
“Nuestros cigarros están en el mercado con la réplica exacta de todo lo que [la versión cubana] tiene, que fue nuestra para empezar”, dijo Trinidad Jr. en 1997. “Veamos qué hacen al respecto”.
En 2001, la familia Trinidad ganó el caso de la marca y se le otorgó el derecho de vender cigarros Trinidad en los Estados Unidos.
En 2002, una línea completa de Trinidad llegó al mercado de EE. UU., Pero Fuentes no las había fabricado. Ese mismo año, Altadis U.S.A., compró la marca a la familia Trinidad y posteriormente produjo Trinidad en la República Dominicana. Altadis U.S.A. sigue siendo el titular actual de la marca de los EE. UU. para cigarros Trinidad.
Naturalmente, toda la narración y existencia de marcas paralelas lleva a una pregunta: ¿qué sucede cuando termina el embargo? ¿Las versiones cubanas y no cubanas de Montecristo compartirán espacio en los estantes? Ahora que las marcas paralelas están profundamente arraigadas en el mercado de los EE. UU., la noción de reintroducir a los cubanos plantea nuevos acertijos legales de propiedad y derechos de distribución, sin mencionar el derecho de la competencia.
Las batallas legales son probables. Entonces son largas negociaciones. En cuanto al futuro de las marcas paralelas, todo lo que uno puede hacer es especular.
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Disfrutar de un Habano en uno de los lugares más bellos y prestigiosos del mundo junto con la bebida favorita, y posiblemente acompañado de un exquisito manjar propio de un restaurante de alto nivel, es uno de los más grandes placeres de un apasionado del mundo del Habano.
Parece casi un sueño un lugar que pueda ofrecer todos estos elementos… pero a partir del 13 de mayo para todos los apasionados de Italia y del mundo entero este sueño se hace realidad: El Habanos Terrace se inauguró en la bellísima plaza de Portofino, concretamente en el exclusivo local histórico de Italia “Cafe Restaurante Exceslsior”.
A la inauguración del nuevo Habanos Terrace han asistido alrededor de 30 invitados entre los que se encontraba y que vimos con grata sorpresa el jugador de baloncesto Sasa Vujačić, un gran apasionado del Habano.
Durante el evento los invitados pudieron disfrutar del Habano Magnum 54 de la marca H. Upmann. También se entregó para la ocasión un set de encendedor y cortapuros S.T. Dupont, partner y colaborador del evento.
Como anfitrión, la cocina del chef Giorgio Bardi preparó unos refinadísimos aperitivos a base de foie gras, anguilla y ajo negro, salmón Gravelax, creme Fraiche e Yuzu, jamón Pata Negra con melón marinado todo con dos cocktail a base de Gin Tanqueray N. Ten en una perfecta combinación con el refinado aroma del H. Upmann Magnum 54.
El “salón” de Portofino, gracias al nuevo Habanos Terrace, se convierte en un lugar de referencia para los apasionados más exigentes que pueden disfrutar de la belleza de este maravilloso rincón de la Liguria, envidiado en todo el mundo.
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Los coleccionistas de cigarros son personas apasionadas, como los coleccionistas de vinos o los coleccionistas de relojes, por lo que cuando se lanzan artículos raros e inusuales, atraen mucha atención. Como puedes imaginar cuando tienes la oportunidad de probar uno de estos, es un evento especial. Antes de llegar a la degustación aquí hay algunos datos interesantes sobre esta revisión Hoyo de Monterrey Maravilla.
Hay solo 350 de estos humidores hechos y contienen 50 habanos cada uno. Eso es un total de 17,500 cigarros. Esa es una versión bastante limitada en comparación con gran reserva que son de alrededor de 45,000 cigarros por lo general. Este cigarro fue tomado del humidor # 201/350.
La Réplica de Humidor Antiguo 2011 de Hoyo de Monterrey es una Maravilla No.1 (55 x 182) llamada “El Monterrey”. Este tamaño no ha sido fabricado desde los años 70. Introducidas en 2006, la serie Replica Antique Humidor son réplicas de calidad de famosos humidores. Estos son producidos en el taller Humidores Habana en La Habana por el Sr. Aguilera. Es un proceso sumamente artesanal.
Construcción
La construcción en el Hoyo de Monterrey Maravilla es impecable. Tienen envolturas suaves como la seda y brillan con aceites. Se sienten bien e incluso con el dedo.
Aromas en frío
Después de darle un corte recto, soy recompensado con un tiraje perfecto. No demasiado apretado, no demasiado flojo. A menudo encuentro que los cigarros anchos y grandes están demasiado sueltos, pero esto es perfecto. Obtengo aromas de tabaco limpio antiguo. El sabor es crujiente.
Primer tercio
No tenía idea de qué esperar de este cigarro, pero mi primera impresión fue “¡Guau, esto es cremoso!” Todo comienza muy bien. Está en un cuerpo medio liviano y produce un humo muy denso y exuberante. No hay demasiada complejidad en los sabores al principio, pero es un humo muy elegante. Además de la abundante cremosidad, hay un sabor ácido en la parte inferior que es hacia el sabor herbáceo o de granos. Decidí comenzar con agua San Pellegrino para sincronizarlo. Este ha tenido un comienzo muy bueno.
Segundo tercio
El humo exuberante y cremoso sigue dando. Se mueve hacia un espectro más dulce de sabores. Diría que sabe un poco como pastel e incluso pastel de panettone. Este Hoyo de Monterrey Maravilla encaja perfectamente con la temporada de vacaciones, sabe festivo. Decidí aumentar la dulzura con ron. Empecé con El Dorado 12 años y funciona perfectamente. La acidez que desprende pone de manifiesto los sabores ácidos que tuve en el primer tercio. El cuerpo está aumentando lentamente a medio. Nuevamente, este es un humo con clase. Fumo uno con un amigo y él obtiene la misma cantidad masiva de cremosidad.
Tercio final
A medida que la potencia del cuerpo continúa aumentando lentamente en un crescendo muy agradable, los sabores se mueven hacia el lado leñoso. Todavía existe la crema distintiva y las notas dulces, pero están evolucionando en algo más complejo. El acabado es cada vez más largo y con más profundidad. El humo del cigarro en sí mismo se ve delgado y no huele a particularidad fuerte, pero todavía es grueso y exuberante en la boca. Los cambios sutiles me mantienen enfocado en eso y eso me encanta. Me mudé a El Dorado 15 años con el final pero no encajó tan bien como con los 12 años. Debería haberme quedado con los 12 años.
Pensamientos finales
Como dije, este es un habano muy elegante. Tiene que ser uno de los cigarros más cremosos que he disfrutado. No son demasiado complejos o no muestran una amplia gama de sabores, pero son muy buenos. Es probable que estos mejoren con el tiempo, pero ahora están fumando maravillosamente. Si usted es uno de los afortunados dueños de uno de los antiguos humidores, abra uno de vez en cuando y vea cómo envejecen.
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Los Habanos ofrecen longitudes que oscilan entre menos de 10 cm hasta más de 23 cm.
La medida estándar de la industria para el diámetro se conoce como cepo y se expresa en 64avas partes de una pulgada, aunque en algunos países prefieren usar milímetros. Los calibres del anillo varían entre 26 (es decir, 26⁄64 pulgadas ó 10.32 mm) hasta 57 (i.e. 57⁄64 pulgadas ó 22.62 mm).
En Cuba, los tamaños se denominan vitolas. La vitola de galera es el nombre que utilizan las fábricas para denominar cada formato, es el nombre de fábrica. La vitola de salida es el nombre que se encuentra en la caja, es el nombre comercial.
A veces la vitola de salida coincide con el nombre de la vitola de galera, aunque no es muy habitual.
Una misma vitola de galera tiene a menudo diferentes vitolas de salida en diferentes marcas. A veces, marcas distintas utilizan el mismo nombre comercial para vitolas de galera diferentes. Además, hay vitolas que tienen nombres genéricos populares como el torpedo.
¿Algo confundido? Los ejemplos que aparecen más abajo están enumerados por vitola de galera y también aparecen sus nombres populares.
MAREVA
Nombre popular: Petit Corona
Dimensiones: 129 mm x 16.67 mm de diámetro. (51⁄8 pulgadas x cepo 42)
Una Mareva es lo máximo que uno puede acercarse a una dimensión estándar para los Habanos. Su cepo 42 permite usar tres hojas de tripa en la ligada y puede ser considerado el cepo “estándar” de los Habanos. Nos da unos 30 minutos de placer al fumar.
CORONA
Nombre popular: Corona
Dimensiones: 142 mm x 16.67 mm de diámetro. (55⁄8 pulgadas x cepo 42)
Una Corona es el tamaño que “corona” una cena memorable, o quizás le confiera tiempo para ponerse a pensar durante un día atareado. Con el mismo cepo o diámetro que una Mareva, nos ofrece más de media hora de relajación.
LAGUITO NO.1
Nombre popular: Lancero
Dimensiones: 192 mm x 15.08 mm de diámetro. (71⁄2 pulgadas x cepo 38)
Cuando lo que se impone es la elegancia, la fina longitud de un Lancero no puede ser igualada por nada. También existe una versión ligeramente más corta llamada Coronas Especiales. Ambas son oriundas de la fábrica El Laguito, en La Habana, cuna de Cohiba. Es característica la forma en que termina su perilla. Proporciona una hora de placer.
CAÑONAZO
Nombre popular: Siglo VI
Dimensiones: 150 mm x 20.64 mm de diámetro. (5 7/8 pulgadas x cepo 52)
En la actualidad puede considerarse quizás el formato por excelencia de Habanos. En los últimos años se ha consolidado como la vitola que compagina una excelente combustión con todo el poderoso sabor que sus 150 mm proporcionan durante casi 1 hora. Fue este formato el elegido para realizar la primera Gran Reserva de Habanos.
PETIT EDMUNDO
Nombre popular: Petit Edmundo
Dimensiones: 110 mm x 20.64 mm de diámetro. (4 3/8 pulgadas x cepo 52)
La tendencia a menor tiempo disponible para fumar y a cepos más gruesos ha hecho de este tipo de formato, junto con vitolas similares tales como el Petit Robusto, unos de los más populares en los últimos años. De excelente combustión, su concentrado sabor puede disfrutarse en 20 ó 25 minutos.
EDMUNDO
Nombre popular: Edmundo
Dimensiones: 135 mm x 20.64 mm de diámetro. (5 1/3 pulgadas x cepo 52)
El Edmundo forma parte del grupo de vitolas de cepo grueso que más han incrementado su popularidad en los últimos años. A medio camino entre el Robusto y el Cañonazo, ocupa un espacio en el que su buen tiro y equilibrado sabor para ser disfrutado alrededor de 50 minutos, tiene un grupo de fieles fumadores.
JULIETA NO. 2
Nombre popular: Churchill
Dimensiones: 178 mm x 18.65 mm de diámetro. (7 pulgadas x cepo 47)
Originalmente se elaboró en la fábrica Romeo y Julieta. Se dice que Winston Churchill se fumó unos 300,000 Habanos durante su larga vida. No todos eran del tamaño de este Habano, pero éstas eran las dimensiones que prefería. Otro festín para el paladar. Se puede disfrutar por más de una hora.
PROMINENTE
Nombre popular: Doble Corona
Dimensiones: 194 mm x 19.45 mm de diámetro. (7 5⁄8 pulgadas x cepo 49)
Cuando el tiempo lo permite, existen pocas experiencias que puedan igualar las sensaciones constantes del Prominente. Sus colosales hojas le sorprenderán: al principio por su delicadeza, antes de incrementar progresivamente la intensidad de su sabor. Se requiere alrededor de una hora y 15 minutos para fumarlo.
ROBUSTO
Nombre popular: Robusto
Dimensiones: 124 mm x 19.84 mm de diámetro. (4 7⁄8 pulgadas x cepo 50)
Las limitaciones que la vida moderna impone al tiempo hacen que este formato sea la primera elección para muchos experimentados fumadores. Es de lento quemar y gran sabor. Casi todo el regocijo que ofrece un Habano largo puede experimentarse aquí en 30 ó 40 minutos.
PIRÁMIDE
Nombre popular: Torpedo
Dimensiones: 156 mm x 20.64 mm de diámetro. (6 1⁄8 pulgadas x cepo 52)
Los tamaños que se han mostrado hasta ahora son los que se denominan parejos. Esta es una vitola de tipo figurado. Muchos consideran que una Pirámide, por su especial forma, ofrece ventajas en cuando a la combustibilidad. El tiempo requerido para fumársela es alrededor de una hora.
EXQUISITO
Nombre Popular: Doble Figurado
Dimensiones: 145 mm x 18.26 mm de diámetro. (5 3⁄4 pulgadas x cepo 46)
Puntiagudo por los dos extremos, este doble figurado era, hace un siglo, el tipo de vitola más popular en los Habanos. En la actualidad todas las vitolas de la marca Cuaba y alguna otra más tienen este estilo.
PERLA
Nombre popular: Tres petit coronas (TPC)
Dimensiones: 102 mm x 15.87 mm de diámetro. (4 pulgadas x cepo 40)
La Perla forma parte de un grupo de vitolas más pequeñas, algunas son algo más largas, otras un poco más gruesas que ésta. La Perla es capaz de hacerle sentir el sabor de un Habano en 20 minutos aproximadamente.
LAGUITO NO. 3
Nombre Popular: Panetela
Dimensiones: 115 mm x 10.32 mm de diámetro. (4 1⁄2 pulgadas x cepo 26)
Bastará un cuarto de hora para fumarse este pequeño exponente del arte de un Torcedor. Es ideal, por ejemplo, para disfrutar durante el entreacto en el teatro. De hecho, una vitola similar se denomina Entreacto.
Cada marca presenta su propio estilo característico de sabor, pero a su vez las diferentes vitolas pueden proporcionar sabores distintos.
Cuanto más grande es el Habano proporcionará mayor sabor y un fumar más fresco. Los Habanos más gruesos arden lentamente y producen una mayor cantidad de volutas de humo, que llenan el paladar con una gran intensidad de aromas y sabores.
Los doble figurados ofrecen un sabor peculiar en su inicio, dominado por el sabor de la hoja de capa y el capote. El verdadero sabor se revela cuando se llega a la parte más ancha del Habano.
Los Habanos más finos se fuman más rápidamente y concentran los sabores en la lengua, proporcionando un sabor más punzante.
El “Ligador” podrá compensar, en cierta medida, estas diferencias, por ejemplo, al omitir la hoja de ligero (con un sabor más fuerte) en la ligada de los Habanos más delgados.
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