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DURANTE EL XV FESTIVAL DEL HABANO SE ABRIO UN ESPACIO PARA EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS HERMANADOS ENTRE SI: LAS ARTES PLASTICAS Y LOS HABANOS.
Publicado en Habanos Etiquetas: arte, cuba, festival, habanos
Hechos a mano usando tabacos short-filler, estos habanos vienen presentados en mazos de 25 unidades dentro de una caja de cartón. La apariencia es de buena manufactura, con una capa carmelita claro algo áspera al tacto, pero bien trabajada y sin demasiadas nervaduras. Debido a su considerable cepo, y que los habanos no están muy apretados, tienen un tacto bastante elástico y tiraje óptimo.
La combustión es buena durante toda la fumada, aunque el aro de brasa presenta ciertas irregularidades; la ceniza es poco consistente y bastante despareja.
1/3: El inicio, es de una fortaleza entre suave y media, con sabores ligeramente herbáceos, algún lejano toque cítrico, junto a notas predominantemente terrosas y discretamente tostadas; mediado este tramo inicial se añade cierto toque dulce.
2/3: Se mantiene en un discreto segundo plano el citado toque dulce, predominando ahora las notas ligeramente tostadas del tramo anterior, junto a cierta cremosidad; siendo este, tal vez, el punto más interesante de la fumada.
3/3: Llegando al tramo final, parecen que vuelven las notas del inicio, con un punto amargo que no llega a ser molesto, y cierto aumento en la fortaleza, situándose ahora en un punto medio.
En definitiva este ‘Favoritos’ ofrece una fumada agradable pero muy lineal y falta de matices; probablemente sea una buena idea guardar unas cuantas unidades de estos cigarros en el humidor, para volver a catarlos no antes de seis meses.
Largo 115 mm, Cepo 50
Quintero es una marca interesante para aquellos que desean acceder al sabor del Habano con una fortaleza media, pero con un precio asequible.
Quintero es una de las pocas marcas cubanas que no nació en La Habana. Su fundador, Agustín Quintero se instaló en la ciudad de Cienfuegos, también llamada la Perla del Sur.
Todos los tabacos con que se elabora la ligada de esta marca proceden de las zonas de Vuelta Abajo y Semi Vuelta.
Los Habanos Quintero se elaboran con la técnica Totalmente a Mano con Tripa Corta para obtener su característico sabor medio.
Las vitolas de Quintero son:
José L. Piedra es una marca de Habanos peculiar. A diferencia de la mayoría de los Habanos, estos se elaboran con hojas de la región tabacalera de Remedios.
La familia Piedra, procedente de Asturias, se estableció a finales del siglo XIX en las cercanías de Santa Clara, en la parte central de la región de Remedios, que históricamente ha sido una zona de tabaco desde el siglo XVI.
José Lamadrid Piedra, de la segunda generación, fundó y desarrolló la marca que hoy conocemos. Las 7 vitolas de José L. Piedra se elaboran con tabacos de Remedios utilizando la técnica Totalmente a Mano Tripa Corta con una ligada que le proporciona un sabor de medio a fuerte.
El habano es de fumada uniforme y se podría decir que con dos tercios apreciables.
El primero, notas amaderadas algo sutiles y terrosas. Prefecto llenado de boca y retro gusto cubano.
El segundo, siguiendo con sus terrosos, aparece un sabor algo dulzón, vainilla tal vez, es ahí donde cautiva el paladar del fumador.
Largo 105 mm, Cepo 43
Se mezclan fundamentalmente tres tipos de hojas para conformar la tripa, fuente de los ricos sabores y aromas que distinguen de inmediato a un Habano del resto de los puros.
Algunos Habanos incorporan una cuarta hoja que es muy escasa en su disponibilidad:
El capote, es la hoja especial que envuelve a las hojas que forman la tripa, define la forma del Habano y da un toque final a su calidad a la hora de fumarlo.
La capa es una hoja exquisitamente fina y elástica. Forma la superficie exterior del Habano.
La capa contribuye en poco al sabor de un Habano, pero representa la culminación de la perfección de un Habano.
Cada hoja se cultiva en Cuba para ser utilizada específicamente en la confección de los Habanos.
En el mundo existen pocas cosas que, sin lugar a dudas, son lo mejor en su clase. Una de ellas es el Habano.
Fue en Cuba en 1492 cuando la expedición española comandada por Cristóbal Colón vio por primera vez el tabaco en el Nuevo Mundo. Los Indios Taínos enrollaban y prendían unas hojas misteriosas que llamaban Cohiba, en una ceremonia desconocida hasta ese momento para los descubridores. Desde ese punto de partida en Cuba hace más de 500 años, el tabaco fue comerciado y también plantado por todo el planeta. Sin embargo desde los inicios de ese descubrimiento, el Tabaco Negro Cubano fue considerado el mejor del mundo por las condiciones únicas que ostentan ciertas partes de la Isla para su cultivo, distinción que ostenta sin discusión más de 5 siglos después.
La esencia de esta diferencia está en el tabaco y su sabor, a partir de la unión de cuatro factores sólo existentes en Cuba: suelos, clima, la variedad de Tabaco Negro Cubano y el saber hacer de los vegueros y torcedores. Es por ello que, en otros lugares se pueden haber adquirido ciertas habilidades cubanas e incluso las semillas cubanas, pero nunca la naturaleza del suelo y del clima de Cuba. Este don no lo encontrará en ningún otro lugar.
Tampoco encontrará algo que iguale al conocimiento y cultura del tabaco acumulados en Cuba durante siglos. Es un extraordinario trabajo el que realizan los vegueros o agricultores con este cultivo. Años de sabiduría y paciente espera han de transcurrir hasta que se considera que la hoja está lista para confeccionar un Habano.
Otro rasgo distintivo es la definición del término “Habanos”. Todos los Habanos son cubanos pero en cambio no todos los puros confeccionados en Cuba son Habanos.
El título Habanos es la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) reservada para una selección de las más prominentes marcas cuyos tabacos se confeccionan, siguiendo las normas más rigurosas, a partir de hojas de tabaco cosechadas en zonas determinadas también protegidas como denominaciones de origen.
Los Habanos se elaboran Totalmente a Mano, aplicando métodos cubanos que se utilizaron por primera vez en La Habana hace más de dos siglos, que se transmiten de generación en generación y que se han mantenido casi invariables hasta nuestros días.
Más de 500 procesos manuales, incluyendo los procesos agrícolas y de fábrica, son realizados entre la siembra de la semilla y la puesta en caja de cada Habano.
Todos tienen que superar estrictos controles establecidos por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Habanos para ser merecedores del preciado título de ser considerados Habanos.
El Habano: Una referencia de perfección.