10 cosas que un fumador de habanos no debe hacer

Si bien el mundo de los cigarros premium es bastante relajado, todavía hay un código de etiqueta a seguir, algunas reglas prácticas y un par de pasos en falso que podrían meterlo en problemas. Para disfrutar plenamente de un habano, aquí hay 10 errores, sin ningún orden en particular, que se deben evitar.

Cortar mucho el cigarro

La tapa de un cigarro contiene un adhesivo de base vegetal llamado gomma que evita que la envoltura del tabaco se deshaga. Si se corta demasiado la cabeza del cigarro para quitar la tapa por completo, se corre el riesgo de que la hoja de la capa se desprenda del capote. Normalmente, se debe cortar justo por encima de los hombros redondeados de la cabeza del cigarro.

Pitar muy seguido

Pitar demasiado puede provocar un sobrecalentamiento, y el sobrecalentamiento provocará un amargor. Hay que dejar al menos 30 segundos entre bocanadas. Lento y tranquilo es la regla.

Encender el cigarro con combustible sucio

No todo el fuego es igual. Su fuente de llama debe estar limpia, de lo contrario sus impurezas irán directamente al cigarro y ensuciarán cada bocanada de la experiencia de fumar. Hay que usar un encendedor que funcione con butano, lo que no afectará el sabor del tabaco. Una vela agregará partículas de cera al humo y dejará un sabor a cera en la boca. Un soplete de citronela hará que sepa a citronela. Un encendedor de bencina… bueno, ya se entiende la idea.

Cortar el cigarro por la mitad para compartir

Puede que haya funcionado para el Toscano del abuelo, pero no funcionará para un Cohiba. Los puros no se mezclan de forma simétrica ni homogénea. El tabaco en un extremo del cigarro es diferente al tabaco en el otro extremo. El blender de habanos coloca tabacos muy específicos en diferentes posiciones del cigarro para garantizar una experiencia de fumar cambiante y dinámica de principio a fin. Además, cortar por la mitad es una forma segura de terminar con una capa que se deshace.

Inhalar el humo

El humo del cigarro no se inhala, no se “traga”. Las papilas gustativas están en la lengua, no en los pulmones. Los cigarros tienen que ver con el sabor, el aroma y la resonancia. Llevar el humo del cigarro a los pulmones solo le permitirá saborear una fracción del tabaco premium de su cigarro. Además, podría provocarle malestar estomacal o mareos.

Apagar el cigarro

Cuando se termina el cigarro, simplemente se debe dejar que se apague solo. Apagarlo en el cenicero como si fuera un cigarrillo solo abre la carpeta y, como resultado, crea más columnas de humo. Además, un cigarro destruido es antiestético.

Poner un cigarro a medio fumar en el humidor

Nadie pondría un tronco carbonizado en un cajón de calcetines, entonces, ¿por qué hacerlo con un cigarro carbonizado en el humidor? Al igual que la ropa, los humidores y los puros absorben los aromas. Poner un cigarro parcialmente fumado nuevamente dentro de un humidor no solo contaminará los cigarros que se guardan dentro, sino que también puede arruinar el humidor, dándole un aroma a cenizas y carbonizado que no se podrá eliminar fácilmente.

Usar una caja de habanos como humidor

Si bien hay tabaqueros que insertan un pequeño paquete de Bóveda en una caja de puros, no se debe creer que sólo porque una caja de puros esté sellada de fábrica mantendrá los puros frescos. Al igual que cualquier cigarro suelto que se pueda encontrar en una tabaquería, la caja de puros comenzará a perder humedad después de salir del humidor en la que estuvo guardada y además luego de ser abierta.

Guardar cigarros en un refrigerador

El hecho de que el refrigerador mantenga fresco el brócoli no significa que hará lo mismo con los puros. Si se recibe un puro, no se debe arrojar al
refrigerador, pues es un ambiente seco destinado a mantener las cosas frescas, no húmedas. Pero sí tiene un propósito en caso de que necesite recuperar cigarros después de una infestación de escarabajos del tabaco.

Decirle a un fumador como debe fumar su cigarro

No hay que ser la “policía del cigarro”. Hay suficientes reglas en la vida. Es mejor dejar que la gente fume como quiera, a menos, por supuesto, que se sea un editor de Cigar Aficionado.

by Cigar Aficionado

febrero 24th, 2024 por